domingo, 12 de diciembre de 2010

El Ocaso del Otoño

Llegan los últimos días del otoño y se desvanece la impresionante belleza de su estampa. Los torrentes se descuelgan alegres por la sierra y su caudal es el óptimo para las fechas. Quizá ha venido un poco pronto el invierno aunque no es extraña su presencia, los robles ya vencidos se desnudan y los acebos limpian sus hojas que deslumbran.

otoño en el valle del jerte
Garganta en otoño, Tornavacas

En lo más hondo del bosque las estatuas desnudas se entremezclan y las hojas se amontonan en sus pies componiendo una bonita alfombra. Protegiendo al suelo de la lluvia y de la nieve que se espera.

otoño en el valle del jerte
Alfombra otoñal, Tornavacas

Y la nieve aparece de repente y lo cubre todo de improvisto,  sorprende a las aves y  demás animalillos, que rebuscan entre la hoja para encontrar el sustento y se preparan para poder pasar el invierno.

nieve en el valle del jerte
Nieve en Tornavacas


domingo, 7 de noviembre de 2010

Velas de Otoño

La otoñada ya está en marcha, el frío y la lluvia se han presentado a la arboleda. Las frondosas se rinden las primeras y se dejan mover por el viento, sus hojas empiezan a descolgarse y en pocos días estarán desnudas.
Pero aún siendo las primeras en caer, su breve y espontánea belleza se levanta erguida entre otras como los robles, pareciendo velas de otoño que lentamente se apagan.

otoño en el valle del jerte
Estampa de otoño,Tornavacas


domingo, 24 de octubre de 2010

Mientras el Sol se Diluye

En la cresta del Valle del Jerte dentro de la pequeñez de la tarde, cuando la timidez del sol no se atreve a entrar en las más profundas umbrías. Justo antes de morir el día, se entremezcla entre las ramas de los árboles una luz mágica y resplandeciente.Viene desde el horizonte en lo más hondo del valle y deslumbra entre las hojas, les saca los colores, parece que las sonroja.

otoño en el valle del jerte
Otoño en Tornavacas

Aunque no todos tienen la misma suerte, hay rincones que no conocen la magia. Se van adaptando al ciclo, les va cambiando la cara, se preparan para dormir quitándose la vestimenta. Los helechos se rindieron a la humedad de la noche, los castaños van cambiando de los verdes al ocre.

otoño en el valle del jerte
Estampa otoñal, Tornavacas

En la profunda umbría de Tornavacas, los duendes del bosque comienzan a nacer y se pelean por el sitio. Saben de su corta vida y no pueden perder el tiempo, poco les importa el sol,  creo que le tienen miedo. Son amigos de la lluvia,  la humedad y la niebla, aparecen de repente y en pocos días se esfuman, pero siempre es una suerte poder verlos en su mundo, adentrarse en los misterios de éste bosque diminuto.

seta otoño en el valle del jerte
Setas en la umbría, Tornavacas

Antes de marcharse el sol, antes de marcharse el día, con sólo asomarse al balcón se ven estas maravillas. Estos pequeños tesoros que nos brinda la naturaleza, en la época del año en que se pone más bella, para poder disfrutar de nuestro inmenso patrimonio, para ponerse a pensar porque tanto deterioro. Si tenemos la magia en la puerta, si somos parte de ella, si no sabemos cuidarla... ¿Para qué vivimos con ella?

otoño en el valle del jerte
Inicio del otoño, Tornavacas


domingo, 26 de septiembre de 2010

El Agostadero

Hubo un tiempo en que todo era verde, el agua rezumaba por todos lados y las flores adornaban los montes.Después del abrasador estío el pasto en quien domina, la alfromba cambia de color, simplemente es otro tipo de belleza. Las majadas se preparan "solitarias" para el azote de las lluvias que se acercan.

pastoreo en el valle del jerte
Majadas de cabreros, Tornavacas

El ganado se pasea por las nubes y disfruta la frescura de la sierra. La otoñada se presenta con buena cara, los días frescos aparecen de improvisto, aunque dependerá de la dureza del clima. Si el otoño viene fuerte, pronto barrerá las hojas de los árboles y castigará a los habitantes de la cumbre.

pastoreo en el valle del jerte
Vaca en la sierra de Tornavacas

Al abrigo de los cerros se oirán desde lejos los cencerros, y con el empuje de las nubes... volveremos a ver correr los arroyuelos.

pastoreo en el valle del jerte
Sierra de Tornavacas


domingo, 5 de septiembre de 2010

Esencia de Tornavacas

Cuando llega el mes de septiembre el corazón empieza a palpitar, los nervios se aceleran, se acerca la fiesta del Cristo del Perdón. Es un acontecimiento especial en el que todos los tornavaqueños nos sentimos aún más orgullosos de pertenecer a éste pueblo tan singular.
Los días 14, 15 y 16, Tornavacas celebra con gran devoción la fiesta de su patrón.

fiesta popular en el  valle del jerte
Cristo del Perdón, patrón de Tornavacas

El conjunto de actos que se desarrollan en estos días festivos aportan a Tornavacas aires de grandeza. Sin salirse de la norma se continúan celebrando de igual forma año tras año, sin perder un ápice de tradición y con el acompañamiento de todo el pueblo.
El ofrecimiento hecho por una familia del ramo de acebo, junto con el canto del propio ramo en la misa es sin duda el punto culminante de la fiesta.

fiesta popular en el valle del jerte
Tornavacas, ramo de acebo adornado

De manera especial la ronda representa el sonido de la fiesta, el despertar de las zumbas en los machos cabríos y el característico "chin chin pum" del almirez, junto al olor de la albahaca envuelven al pueblo en aires de fiesta.

Ronda de los viejos:
fiesta popular en el valle del jerte
Tornavacas, ronda de los viejos

fiesta popular en el valle del jerte
Tornavacas, macho cabrío engalanado

No hay momento de respiro, la capea es por la tarde, mientras sale el paseillo se echa un trago de la bota, a la vez que se disfruta de los toros y vaquillas. La plaza nueva mantiene esa atracción fiestera, con más de un siglo de vida ha visto muchos festejos taurinos y alguna que otra carrera delante de las vaquillas.

fiesta popular en el valle del jerte
Tornavacas, festejo taurino

Son muchas las generaciones que han disfrutado con las fiestas del Cristo del Perdón, y muchas las personas que de manera espontánea y anónima han contribuido a mantener el aire festivo de mediados de septiembre en éste pueblo de sierra. Seguro que dentro de muchos años se seguirán celebrando los actos de la misma forma, con esa sencillez y grandeza que posee Tornavacas.

fiesta popular en el valle del jerte
Tornavacas, ronda de los viejos, año 1987


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Tornavacas, ronda de los viejos, principios del siglo XX


sábado, 21 de agosto de 2010

Quién Te Puso Ahí?

Hace tiempo que te miro y que te observo, hace tiempo que te llevo en el recuerdo. Hace mucho que yo mismo me pregunto ¿Cómo has podido subirte a ese pedestal? ¿Qué fuerza te puso ahí? ¿Qué elemento tan descomunal?

glaciar de la serrá valle del jerte
Sierra de Tornavacas

¡Cuántas gentes pasearon por tus pies!  ¡Cuántas lluvias te han mojado! ¡Cuántas siestas has vivido de cabreros y el ganado!  ¡Cuántas veces habrás visto la corriente fuera de su sitio! ¿Qué dirían los pobladores de aquel tiempo? ¿Se fijarían en tan bello monumento? Qué más daba  aquella piedra, sólo ocupaba un trozo más de hierba.
Como quiera que haya sido, son preguntas sin respuesta, lo verdaderamente cierto es que ahí sigues resistiendo los envites caprichosos de este clima de bonanza. Seguro que los hielos que te dieron esa forma volverán algún día a visitarte, y observarán esa piedra milenaria, ese canchal en todo lo alto, y a buen seguro te arrastrarán a otro pedestal de encanto.

domingo, 1 de agosto de 2010

Frescor Veraniego

La posición dominante del astro rey, obliga a esconderse a las especies de su fuerza. La frescura que ofrecen las gargantas es un perfecto aliado, para subsistir al implacable calor estival.
garganta valle del jerte
Garganta de Becedas, Tornavacas
En éstos microhábitats es donde se aprecian algunos de los misterios que nos oculta la naturaleza, el esfuerzo de las plantas por sobrevivir, pero aprovechando curiosamente el descenso del caudal de los torrentes para crecer en el epicentro de ellos, sin ninguna duda espectacular.

garganta valle del jerte
Garganta de Becedas, Tornavacas
La incontestable belleza transparente nos deja asomarnos a su interior más espléndido, la abstracción de sus formas junto a la lucha de las plantas nos refresca la mente, nos mantiene ausentes, nos eclipsa de manera permanente.

garganta valle del jerte
Garganta de Becedas, Tornavacas
El granito se rinde a las aguas, no puede con tanta fuerza y se mantiene sumiso. La humedad reina en la sombra, los helechos reales desbordan frescura y verdor, mientras los alisos ocultan debajo de sus hojas todo el encanto que se vive en la penumbra.

garganta valle del jerte
Garganta de Becedas, Tornavacas
El interminable velo blanco se descuelga por los charcos, aunque sabe que le queda poco tiempo, las nieves cumbreñas han sido derrotadas por el sol, ya no se alborota por las tardes, deberá esperar hasta las próximas lluvias, cuando las hojas se deslicen por el agua anunciando la llegada de otro tiempo, cuando las nubes cubran las montañas y las nieves vuelvan por sus fueros.

sábado, 3 de julio de 2010

La Candelita

Espectáculo natural el que nos ofrecen los castaños en su floración, el retraso con respecto a otros árboles les aporta algo único, el compartir la belleza de sus flores con el tupido verdor.

castaño valle del jerte
Castaño en flor, Tornavacas

El resplandor que ofrece la candelita destaca sobre el resto del paisaje, contrasta y embellece. Asegura una nueva cosecha para cuando se acaben todas las frutas veraniegas… para cuando el colorido del otoño aparezca por sorpresa… allá para cuando los animales comiencen a rellenar su despensa.

lunes, 28 de junio de 2010

El Mini Bosque

A veces la pequeñez, lo mínimo, lo que pasa desapercibido es lo que engrandece el conjunto. Si no siempre fuésemos gigantes en nuestro entorno, si no nos moviésemos con tanta rapidez…

planta valle del jerte
Cenizos entre los cerezos, Tornavacas

Es posible que seamos simples habitantes del planeta, pese a todo lo tenemos conquistado, deprimido y agobiado.
Hay veces que un paseo por el bosque te transporta hacia otro mundo, te sientes perdido y sin rumbo, no eres más que una criatura, aunque como éste sea un bosque en miniatura.

viernes, 11 de junio de 2010

Sutileza Natural

Aprovechamiento, belleza, instinto y equilibrio. Jugoso néctar absorbido...

primavera valle del jerte
Estampa primaveral, Tornavacas

Imagen nítida de primavera, complicidad florística y faunística, explosión de color.
Cuando los días se expanden y relucen, cuando las nieves se ocultan de las cumbres, en los momentos de máximo esplendor en la vida, la naturaleza nos despierta los sentidos. Las especies aprovechan la bonanza, unas abren sus tesoros representados en flores mágicas y otras recolectan los jugosos néctares a la vez que polinizan a las plantas.

lunes, 17 de mayo de 2010

Refugio Milenario

Desde tiempos inmemoriales se han utilizado los chozos como vivienda de cabreros y pastores en la escarpada sierra tornavaqueña. Su procedencia es algo incierta, pero se cree que tienen raices celtas - vettonas. Sea como fuere, lo cierto es que se han ido manteniendo a lo largo de los siglos, que no es poco, como único sistema del hogar más confortable ante las inclemencias del clima. Esto tiene más valor aún, pues al ser construcciones tan perecederas había que repararlas todos los años, después de soportar duros nevazos y temporales enormes de lluvia, con el trabajo añadido del cuidado del ganado.

chozo en el valle del jerte
Antiguo chozo, Tornavacas

Hace unas décadas aparecieron otro tipo de construcciones: las casetas, de forma rectangular con tejado de tablas y tejas, y poco a poco han ido quitando protagonismo y uso a los tradicionales y bonitos chozos. Éstos ya sólo se usaban como queseras, o bien para el ganado como cochineras o gallineros, a excepción de alguno que ha perdurado como vivienda habitual sin modificaciones.

También los había de gran tamaño y de forma alargada para meter el rebaño, sobre todo en los duros meses invernales. Éstos por desgracia, si que prácticamente han desaparecido, tan sólo quedan unos cuantos y la verdad en claro retroceso. Eran llamados:” A lomo toro” quizá por ser tan alargados y tener cierta semejanza con el lomo del citado animal.

chozo valle del jerte
Chozo de pastoreo, Tornavacas

Hoy en pleno 2010, aún se pueden ver bastantes de estas construcciones circulares en la extensa serranía de Tornavacas, unos conservados por los mismos cabreros que continuan ejerciendo esa labor impagable, y otros reformados por la administración para uso de los agentes forestales, y como refugio ante una posible tormenta. Esperemos que sigan transcurriendo los siglos y continuen existiendo los chozos en la sierra de Tornavacas, como recuerdo y herencia de los primeros pobladores que la ocuparon y que nos dejaron un legado tan abundante y rico.

sábado, 8 de mayo de 2010

Destellos de Luz

Sin apenas darnos cuenta la vida vuelve a renacer, la luz, sinónimo de vida empieza a deslumbrarnos. Los bulbos despiertan del letargo y eclosionan en belleza infinita. El agua me alimenta, me divierte y me refresca. Los narcisos colorean la montaña, anuncian la llegada de otro tiempo, enamoran a las aves y enriquecen el paisaje.

flor de montaña tornavacas
Flores de narciso, Tornavacas
Dirigen su mirada hacia el otro lado buscando el sol de la mañana, alegría por doquier, ¡como se mueven las campanas!
El verde emerge desde el suelo, pronto será dominante, mientras tanto disfrutemos de ésta belleza radiante.

martes, 6 de abril de 2010

La Flor de las Nieves

Como herencia de las nieves aparecen las flores de los cerezos.
Cuando las cumbres tornavaqueñas empiezan a descubrirse de las tupidas nevadas invernales, emergen las flores desde el fondo del Valle del Jerte cubriendo todas las laderas hasta el puerto de Tornavacas, imitando una extensa nevada primaveral.
Dependiendo del clima puede cubrirse el valle en su totalidad o tapando poco a poco las barreras, según avanza la bonanza climática en los primeros días en los que el sol deslumbra.
El impacto visual producido por las flores casi naciendo de la propia nieve, penetra en el corazón dando una sensación placentera , de disfrute natural en su máximo esplendor.

cerezos en flor en el valle del jerte
Cerezos en flor, Pico Torreón, Tornavacas

El conjunto de esta minúscula flor es el causante de la explosión continuada de belleza que cubre el Valle del Jerte en los inicios de la estación primaveral. Después el trabajo minucioso de las abejas será el que dé el resultado esperado, las deliciosas cerezas, criadas con amor y dedicación por los agricultores, y maduradas por el sol con un ritmo natural, pausado, propio de los ciclos que marca la madre naturaleza.

cerezos en flor valle del jerte
Flores de cerezo, Tornavacas


sábado, 13 de marzo de 2010

Algo se Barrunta en el Ambiente

El invierno ya empieza a dar coletazos, todavía amaga con días fríos arropados por grandes nubes y las tan continuas aguas que han mojado las laderas del valle, y surtido y bien, todos los manantiales, aunque se aprecia un cambio en el clima.
Es probable que nos sorprenda algún accidente invernal en lo que queda de marzo, pero la vegetación está en ebullición. Este año anda algo más tardía, producto del período que se acaba, pero aún así, en cuanto empiece a deslumbrar el sol en las tupidas nieves cumbreñas y los arroyos y las gargantas se alboroten por las tardes, los árboles y todo tipo de plantas se echaran fuera para aprovechar la previsible bonanza climática.

Los cerezos no son ajenos a todo esto, y comienzan su particular travesía primaveral, explotando en una belleza única, incomparable e indescriptible. Hay que disfrutarlo in situ para apreciar tanta belleza.
Los agricultores del Valle del Jerte con su trabajo diario y el esfuerzo continuado por mejorar sus tareas, en un ambiente tan difícil y con un sistema de explotación tan trabajoso, son los responsables de la extensa “nevada primaveral”
que se aproxima en el Valle del Jerte.

La Fiesta del Cerezo en Flor ha sido declarada como
Fiesta de Interés Turístico Nacional recientemente, y no tiene nada de descabellado.
Cuando algo normal para la propia naturaleza como es el común desarrollo de las especies, es capaz de congregar a tal número de visitantes cada año. Que desde cualquier rincón de España, se acercan a observar ésta bonita estampa que les brinda nuestro maravilloso Valle del Jerte.
Por fin, la que durante muchos años fue la tierra olvidada en la España culta, aquella Extremadura que no se conocía, ni sonaba a nada, empieza a ser reconocida.
La belleza de sus parajes, la sencillez de su gente y su enorme patrimonio tienen un hueco en el panorama nacional, todo ello fruto del trabajo de todos los Extremeños.

miércoles, 20 de enero de 2010

La Sinfonía del Agua

Río jerte a su paso por Tornavacas.



Los elementos climáticos, normales en éstas fechas, nos dejan imágenes y sonidos que desprenden pureza. Las lluvias caídas en Tornavacas en días atras reportan al río un aumento de caudal importante; hacía varios años que no se veía al río Jerte tan bravo y la verdad se echaba de menos. Los arroyos y las gargantas se vuelven a emocionar en el presente invierno, esperemos que no sea un mero espejismo y volvamos a escuchar el sonido virginal de las aguas.

sábado, 9 de enero de 2010

Caprichos de Invierno

Curiosas formas las que toman los elementos de la naturaleza dependiendo del momento en que se miren, que distintos pueden apreciarse dependiendo de una fecha u otra.

invierno en el valle del jerte
Hielos en invierno

invierno en tornavacas valle del jerte
Arroyo helado en invierno, Tornavacas

Los misterios naturales nos vuelven a sorprender, la arboleda se camufla soportando el peso del cristal cambiando su forma sintiéndose más atractiva, los canchales se revisten y parecen descolgarse en el abismo, quedando suspendidos de por vida.

cascada de hielo en el valle del jerte
Cascada de hielo, Tornavacas

La hojarasca queda atrapada ante el avance de los hielos, como fósil de otro tiempo, son las páginas que escribe la naturaleza en su pergamino eterno.


belleza de invierno valle del jerte
Hielo en el granito, Tornavacas

La interminable belleza de nuestro entorno nos ofrece su cara más límpida, parece como si el invierno buscase la claridad que le falta del sol cristalizando los torrentes y obligándoles a refractar la luz en sus dominios.

agua y hielo en el valle del jerte
Estampa invernal, Tornavacas