Todos los días se acudía al sestil, aunque fuera en la montaña, el calor no perdonaba y el ganado lo sentía. A la sombra de un aliso en el fresco de un arroyo, o en el asiento de un collao en el “mosquil” de los robles, se tumbaba la piara y casi enmudecía, no se movía nada, apenas la brisa serrana que más que refrescar, calentaba.
Cabra verata sesteando, Tornavacas |
Pero ya no existe todo esto y sin embargo el sestil sigue existiendo, ha cambiado la forma de la vida y el letargo… perdura.
Me acosté en el sestil y quedé profundamente dormido, comencé a soñar, casi todo era bonito, pero fue una siesta larga, y no reparé en el tiempo. Al volver a la rutina ya no era lo mismo. Observé cómo había pasado el tiempo y ¿no lo había vivido?
El sonido de la infancia había desaparecido, el aroma de la sierra parecía desvanecido, ¡no se escuchaban piquetes!, ¡no se escuchaban bramidos! El
“dueño de la palabra “se fue peinando los vientos y los chozos aguardaron otro año la llegada de cabreros.
Después de la pesadilla llegó la reflexión, no se puede parar el tiempo, no se puede cambiar la vida, hay que aceptar esos cambios, hay que mirar hacia arriba.
Granito en el Tejaillo, Tornavacas |
…pasado ya “el Portezuelo”, casi en el morro ”majá Reina” las piernas se derrumbaron, y paré a descansar, allí había una perdiz con nueve pequeños polluelos, que asustados ante mí, se quedaron indefensos. Eso te da las fuerzas para seguir mirando hacia arriba y beber en la fuente los Perros antes de coronar la cima.
8 comentarios:
Preciosa entrada, bonitos recuerdos. Siempre hay que mirar para alante aunque nos apesadumbren los recuerdos.
Salud.
Cierto es que la mirada debe ir al frente, aunque se añora lo vivido y a la memoria le sumerge en el recuerdo de la infancia.
Muchas gracias Tejón.
Un saludo
[...] Con el recuerdo vago de las cosas
que embellecen el tiempo y la distancia,
retornan a las almas cariñosas,
cual bandadas de blancas mariposas,
los plácidos recuerdos de la infancia. [...]
(Jose Asuncion Silva, INFANCIA)
Aunque sea vago ese recuerdo, aunque sea bello ese pobre tiempo, el corazón explota de alegría, la mirada se humedece y evapora, la nostalgia se apodera del momento, y nos deja como nubes en el tiempo.
Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo.
Qué bonito, Chalecú, qué bonito!!!!!. Dicen que uno no puedo vivir de sus recuerdos, pero es necesario hacer que los recuerdos vivan en uno. Dicen que es como cuando lees un libro, cada vez que lo haces lees una historia, vives una historia más, ... cada historia va viviendo en el lector, cuántos más libros mas historias vivas y vividas, más vida en la historia de uno. Los recuerdos no tienen que dejar de ser, tienen que seguir en nosotros para sentirnos despiertos y ellos también.
Un abrazo chalecú, echaba de menos tus entradas :)
El recuerdo es un enigma, se presenta si avisar y nos hace sentir especiales, nos conmueve cuando observamos algo, lo tocamos u olemos, el cerebro se ilusiona y comienza a recordar todos los momentos que vivimos en otro tiempo. Es bonito, nada más, como tú bien dices Vera.
Muchas gracias por tu comentario.
PD:Es normal que eches de menos mis entradas... Me acoste en el sestil...
Un saludo.
Entrada muy lírica.Bonito texto. ¿ Qué es el sestil? Pilar Lucas
El sestil es el lugar donde sestea el ganado en el verano en la sierra, es decir, el sitio donde se echan la siesta tanto las cabras, vacas u ovejas como quien las cuida. Mejor dicho, quien las cuidaba, puesto que todo eso ha desaparecido, de ahí el tema elegido para esta entrada. Muchas gracias Pilar por tu comentario.
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