domingo, 24 de octubre de 2010

Mientras el Sol se Diluye

En la cresta del Valle del Jerte dentro de la pequeñez de la tarde, cuando la timidez del sol no se atreve a entrar en las más profundas umbrías. Justo antes de morir el día, se entremezcla entre las ramas de los árboles una luz mágica y resplandeciente.Viene desde el horizonte en lo más hondo del valle y deslumbra entre las hojas, les saca los colores, parece que las sonroja.

otoño en el valle del jerte
Otoño en Tornavacas

Aunque no todos tienen la misma suerte, hay rincones que no conocen la magia. Se van adaptando al ciclo, les va cambiando la cara, se preparan para dormir quitándose la vestimenta. Los helechos se rindieron a la humedad de la noche, los castaños van cambiando de los verdes al ocre.

otoño en el valle del jerte
Estampa otoñal, Tornavacas

En la profunda umbría de Tornavacas, los duendes del bosque comienzan a nacer y se pelean por el sitio. Saben de su corta vida y no pueden perder el tiempo, poco les importa el sol,  creo que le tienen miedo. Son amigos de la lluvia,  la humedad y la niebla, aparecen de repente y en pocos días se esfuman, pero siempre es una suerte poder verlos en su mundo, adentrarse en los misterios de éste bosque diminuto.

seta otoño en el valle del jerte
Setas en la umbría, Tornavacas

Antes de marcharse el sol, antes de marcharse el día, con sólo asomarse al balcón se ven estas maravillas. Estos pequeños tesoros que nos brinda la naturaleza, en la época del año en que se pone más bella, para poder disfrutar de nuestro inmenso patrimonio, para ponerse a pensar porque tanto deterioro. Si tenemos la magia en la puerta, si somos parte de ella, si no sabemos cuidarla... ¿Para qué vivimos con ella?

otoño en el valle del jerte
Inicio del otoño, Tornavacas


10 comentarios:

Luisa dijo...

Madre mía qué preciosidad!!!!!, ésta es una de las épocas del año en las que más me gusta el campo, esos colores que se van definiendo poco a poco, llamativos, atrayentes: plata. ocre, amarillo, pardo, naranja, ... y el olor a humo, que seguro ya empìeza a estar.
No todos podemos decir "la magia en la puerta", o tal vez sí, si cuando salgo del portal de mi casa veo un pequeño naranjo amargo y unos alibustres que no llegan a tirar la hoja ni a cambiar de color.
Se ha vuelto una necesidad para mí viajar al valle por esta época.
Un abrazo Chalecu. GRACIAS.

chalecú dijo...

La verdad es que la variedad policromática que nos aporta el otoño es infinita, y no se va cuando caen las hojas al suelo, perdura en nuestra mente y en nuestros corazones de manera ininterrumpida.

Es espectacular, sin duda.

Me alegro que te guste Vera,
Un saludo y gracias por tu comentario.

El tejón dijo...

Me encantó la entrada,es una gozada disfrutar el otoño que nos traes.
Un saludo.

chalecú dijo...

Es muy fácil disfrutar del otoño, tiene muchos argumentos para ello.

Muchas gracias Tejón por tu comentario.

Un saludo.

Luisa dijo...

Hola chalecú!
Éste me ha parecido el sitio ideal para traer la dirección de una plataforma que, seguro, ya conoces. Es importante que defendamos lo que nos importa. confío en que no tendrás inconveniente en puiblicarla en tu bloq.
Un abrazo Chalecú.

Luisa dijo...

La dirección se me olbidaba. qué despiste!!!!
http://www.sosvalcorchero.tk/

chalecú dijo...

Hola Vera,

No, no la conocía, pero no importa mientras sea algo en defensa de la Naturaleza y en contra de los especuladores urbanísticos, bienvenido sea.

Un saludo.

Luisa dijo...

Gracias, ... ése es el tema: salvar la naturaleza.
Por cierto, metí una "b" en "olvidaba", se me fue la mano :)

Saludos Chalecú.

El tejón dijo...

Buenas tardes Chalecú: ayer respondí en mi blog tu comentario. Hoy quiero ampliar la respuesta a tu pregunta. Este otoño he recogido como cada otoño semillas de tejo y he puesto en practica una nueva forma de reproducir los tejos, no se el resultado que dará, yo por si te animas te cuento como es. Aun estas a tiempo de recoger las semillas, una vez que las hayas desprendido de la parte roja y carnosa has de poner agua a calentar, cuando rompa a hervir echa las semillas y apaga el fuego y dejas que se enfrie el agua. A continuación las metes en agua destilada, durante cuatro días has de cambiar el agua y al quinto prepara una mezcla de turba y arena y tierra vegetal, metes por capas las semillas dejando separacion entre ellas y cubriendolas bien en un recipiente las guardas en el frigorifico. procura que no se resequen y esten siempre humedas. Pasados tres o cuatro meses ya las puedes transplantar y se supone que dentro del año germines. Suerte y ya te contaré como me sale a mi el experimento.
Un saludo.

chalecú dijo...

Hola Tejón,

Muchas gracias por tu explicación es muy completa, y rigurosa. Se nota que te gusta el mundo de la Botánica, y que te preocupas por ello, felicidades.
De buena gana lo intentaba, aunque mis obligaciones personales y laborales me lo impiden, de todas formas tengo tu receta por si algún día puedo probarlo.
Muchas gracias

Un saludo.