Como duende entre la niebla, con el frío de la sierra, con las cumbres blanqueantes, con el corzo vigilante. Así es el otoño en nuestro pueblo, enigmático y precioso, violento a la vez que mojado, bonito y sobre todo silencioso.
Tornavacas valle de Becedas con nieblas de otoño |
No hay comentarios:
Publicar un comentario