Como
resquicios de un tesoro así quedan las cubiertas espinosas de la preciada castaña. Esperando a ser recogidos para no mezclarse con la hierba, aportando sin saberlo otra imagen bella en el otoño infinito.
Da igual donde se mire, da igual donde se ande, a donde quiera que vayas la estampa siempre agrada.
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Tornavacas, otoño, prado y erizos |
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