Llegan los últimos días del otoño y se desvanece la impresionante belleza de su estampa. Los torrentes se descuelgan alegres por la sierra y su caudal es el óptimo para las fechas. Quizá ha venido un poco pronto el invierno aunque no es extraña su presencia, los robles ya vencidos se desnudan y los acebos limpian sus hojas que deslumbran.
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Garganta en otoño, Tornavacas |
En lo más hondo del
bosque las estatuas desnudas se entremezclan y las hojas se amontonan en sus pies componiendo una bonita alfombra. Protegiendo al suelo de la lluvia y de la nieve que se espera.
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Alfombra otoñal, Tornavacas |
Y la nieve aparece de repente y lo cubre todo de improvisto, sorprende a las aves y demás animalillos, que rebuscan entre la hoja para encontrar el sustento y se preparan para poder pasar el invierno.
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Nieve en Tornavacas |