Llega la época de guardar provisiones para el invierno, ademas de nutrirse y almacenar energías, los animales rebuscan en la hojarasca el preciado tesoro. Unas serviran como alimento en los días fríos y otras acabarán germinando en lo más recóndito del sotobosque, olvidadas por sus guardianes y bien camufladas para no ser descubiertas por otros moradores de los bosques tornavaqueños.
Éste año no pasarán hambre en los días en que la nieve cubra la cubierta vegetal, pues puede que sea el año bellotero por excelencia, ya que la cosecha es muy abundante, algunos robles están domados por completo del peso que soportan, aunque ya dice el refrán:
" Año bellotero, poco castañero". Sea como fuere la fauna de nuestros montes tiene asegurado el sustento para el invierno venidero.
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Bellotas de roble melojo, Tornavacas |
LA BELLOTA
" Fui al campo, corte un palo, ni mu´ chico ni mu´ largo. Y con él hice dos mesas, dos artesas y el canastillo pa´ las cerezas".