domingo, 7 de abril de 2013

Tiempos Extraños


Hace ya varios años que no nos deparaba el clima tanta abundancia de lluvias, como la que estamos viviendo en este año. Resulta casi una bendición después de tanto tiempo de sequía prolongada, que obligaba a algunas especies hasta el extremo, y muchas otras agonizaban hasta la muerte durante el verano. Casi resulta extraño ver los arroyos tan bravos y el propio río desbordándose en algunos puntos de su cauce. Aunque de raro nada, más bien olvidado. Se nos olvida muy rápido que el invierno es de hielos, lluvia, frío y nieve, como se ha visto este año. Y que la primavera debe continuar con esa misma tendencia, si bien con las temperaturas más suaves, pero con abundancia de precipitaciones que aseguren el sustento estival.

rio jerte en el valle del jerte
Crecida en el río Jerte, Tornavacas

Seguirán los torrentes bravucones mientras duren las nieves en las montañas del Valle del Jerte. Pero poco a poco irá mermando su caudal y para entonces  ya se nos habrá olvidado el rugido que llevaban en invierno.

agua en el valle del jerte
Crecida en la Gargantilla del Cubo, Tornavacas

Seguiremos malgastando y contaminando un bien tan escaso como el agua y que nos mantiene con vida. Volveremos  a quejarnos cuando el sol caliente en el estío y pediremos frescura y agua para sofocarnos del calor. Pero no aprenderemos nunca que la Naturaleza es quien nos marca el camino, quien nos da la vida, quien nos encauza cual arroyo de montaña, que nos permite alguna vez salirnos de nuestro lecho, pero con la obligación de volver por nuestros fueros, pues no somos si no una especie más  de las que la componen.


4 comentarios:

El tejón dijo...

Muy buena la reflexión final.
Buen año, Saludos.

chalecú dijo...

Al fin y al cabo, solo somos una pizca en la Naturaleza Tejón.

Muchas gracias por seguir acercándote a mi ventana.

Saludos.

Luisa dijo...

"La Naturaleza es quien nos marca el camino", sólo que se nos olvida y nos lo hace recordar de vez en cuando. Maravillosa agua que corre a raudales. Estuve en Cabezuela en Semana Santa y me queda enbelesada con el agua, con ese ruido de la corriente tan brava, tan llena de movimiento y vida. Alucinante Chalecú!!!
Por cierto, no ha aparecido mi comentario sobre tu publicación anterior, Un saludo.

chalecú dijo...

Qué razón tienes Vera, siempre es la Madre Naturaleza la que nos guía y marca nuestro camino, pero los humanos somos así de torpes. Cada día nos sorprenden cosas que en realidad son normales, aunque nos creemos que son extraordinarias,"bendita ignorancia".
Un saludo.
Muchas gracias por asomarte y por tu comentario.
Me alegro que disfrutases del agua, es maravillosa.
No he visto tu anterior comentario, habrá sido algún error, si me llega , por supuesto que lo publico.