sábado, 13 de marzo de 2010

Algo se Barrunta en el Ambiente

El invierno ya empieza a dar coletazos, todavía amaga con días fríos arropados por grandes nubes y las tan continuas aguas que han mojado las laderas del valle, y surtido y bien, todos los manantiales, aunque se aprecia un cambio en el clima.
Es probable que nos sorprenda algún accidente invernal en lo que queda de marzo, pero la vegetación está en ebullición. Este año anda algo más tardía, producto del período que se acaba, pero aún así, en cuanto empiece a deslumbrar el sol en las tupidas nieves cumbreñas y los arroyos y las gargantas se alboroten por las tardes, los árboles y todo tipo de plantas se echaran fuera para aprovechar la previsible bonanza climática.

Los cerezos no son ajenos a todo esto, y comienzan su particular travesía primaveral, explotando en una belleza única, incomparable e indescriptible. Hay que disfrutarlo in situ para apreciar tanta belleza.
Los agricultores del Valle del Jerte con su trabajo diario y el esfuerzo continuado por mejorar sus tareas, en un ambiente tan difícil y con un sistema de explotación tan trabajoso, son los responsables de la extensa “nevada primaveral”
que se aproxima en el Valle del Jerte.

La Fiesta del Cerezo en Flor ha sido declarada como
Fiesta de Interés Turístico Nacional recientemente, y no tiene nada de descabellado.
Cuando algo normal para la propia naturaleza como es el común desarrollo de las especies, es capaz de congregar a tal número de visitantes cada año. Que desde cualquier rincón de España, se acercan a observar ésta bonita estampa que les brinda nuestro maravilloso Valle del Jerte.
Por fin, la que durante muchos años fue la tierra olvidada en la España culta, aquella Extremadura que no se conocía, ni sonaba a nada, empieza a ser reconocida.
La belleza de sus parajes, la sencillez de su gente y su enorme patrimonio tienen un hueco en el panorama nacional, todo ello fruto del trabajo de todos los Extremeños.